Jaume cumple 3 años

Hay que ver como pasa el tiempo y como aprendemos con los batacazos.

Lo que cambian las cosas con sólo tres años. Nunca hubiera imaginado a mi hijo tan perfecto. Con sus noches de insomnio y camas meadas, con sus rabietas en la calle, con sus "te tiero mama, " sus abrazos, la sonrisa dulce de su despertar...  Cómo enriquece mis días una sola sonrisa suya. !

Y de la pareja ya ni os cuento... de ser dos y no tener prisas ni horarios a ser tres... y que todo tenga su tiempo y su momento. ...

Cómo ahora las elecciones y las decisiones son más sopesadas...

Antes me sonaba a chino todo, me compraba revistas como mi bebe y yo, embarazo sano, crecer feliz... y buscaba respuestas a las mil preguntas sobre la maternidad, necesitaba información porque me esperaba un mundo desconocido y me asustaba no estar a la altura ... no ser capaz de entender su llanto y sus necesidades.
Pero fue verle la carita y surgió un instinto protector que no sabía ni que tenía... y ensordecí.
Porque dejé de escuchar los consejos estúpidos de gente que se deja llevar por las tradiciones absurdas y las religiones sin sentido.

Y descubrí lo que era el colecho y sus beneficios. Descubrí que yo dormía mejor y mi hijo también. Y lo que me dijeran los demás me importaba un pepino porque era yo la que se levantaba cuarenta veces a ver en su cuna porqué estaba despierto. Y me dí cuenta que disfrutaba teniéndolo a mi lado... y que debía escuchar más a mi nuevo sentido de madre.

Gracias a mi hermana, descubrí la bandolera portabebés o mei tai.  No la típica mochila, sino un pañuelo gigante que le mecía cuando andaba y le apretaba fuerte contra mi, sintiéndose seguro y cerca.
Podía lidiar con la tareas cuotidianas y tenerlo pegadito a mí, darle el pecho donde fuera sin que me resultara incomodo y llevarle en brazos sin que se me durmiera el antebrazo!

Pero fue por muchas blogueras donde me dí cuenta que no era un bicho raro. Que eso se llamaba porteo, y que no sólo éramos las hermanas Pindado las que lo llevábamos sino que había una red de madres que apostaban por todos sus beneficios.

Tres años después y sigo porteado, y la gente me mira y ve a una madre feliz y un hijo feliz. Y otras mamas me preguntan... oye eso es cómodo? y cómo se lleva? me enseñas a ponérmelo?
Y siento que un poco de mi mundo se abre para ellas también ...Para aquellas madres que no se dejan llvar por el que dirán... sino por el sentido común.

Pienso a menudo cómo he sido capaz de vivir sin escuchar su vocecita, sin cogerle en brazos, sin escucharle roncar.... y reir !!

Pronto Jaume cumple los tres años y siento que he crecido con él. Que hemos caminado juntos Descubriendo un Nuevo Mundo.